La obra de Gustavo Goñi abarca multiplicidad de técnicas y de temáticas. Sin embargo, hay dos elementos recurrentes: el cuerpo y la luz.
Luz y cuerpo son punto de partida, materia prima y resultado final. Cuerpos que salen a la luz. Luz que ilumina los cuerpos. Órganos, tejidos, huesos, piel, rostros y siluetas.
La representación del “cuerpo” -humano o de los seres de la naturaleza- está filtrado por los hitos que marcaron su vida: el sanatorio de su padre, contiguo a su casa, donde transcurrió su infancia; la taxonomía de la agronomía (carrera que cursó íntegramente en la Universidad, además de Bellas Artes); y la búsqueda de la belleza corporal propia de la fotografía de moda.
En el recorrido artístico de Gustavo Goñi se indagan los límites de lo gráfico: el dibujo, la fotografía y el montaje.
Junto con eso, una convivencia entre lo analógico y lo digital, en función de una idea, de un concepto, de una búsqueda.
En este sitio se hace una selección de su obra organizada en las categorías abajo detalladas, haciendo la salvedad de que soportes y categorías se “cruzan” permanentemente, “dialogan” entre sí y con otras disciplinas, otros artistas, otras realidades.
Ese cruce de técnicas y disciplinas toma distintas formas y figuras a lo largo de la obra de Gustavo Goñi, como por ejemplo esa composición que reúne fotografía y grabado sobre una placa radiográfica:
O esta caja entomológica con insectos y copias fotográficas:
El diálogo entre Bellas Artes y fotografía de moda se hace explícito en el bosquejo de tomas, en el storytelling de producciones. En este caso, dibujo previo a ensayo fotográfico
Se observa también la evolución temporal de lo analógico a lo digital. De un dibujo original de tinta sobre papel, hecho en 1992, a un montaje digital en 2019, y luego su exposición dentro de una caja de luz, en el marco de la muestra “Negatoscopio” (2021):
PARA CONOCER OBRAS DESTACADAS POR TÉCNICA O DISCIPLINA: